viernes, 15 de junio de 2007

"La gente vive alrededor de Valsequillo*, consume agua contaminada y sienten que tuvieron la fortuna de tener ese lugar para vivir. Aguantan vivir aislados, con agua de mala calidad, sin servicios educativos o médicos... sienten que es parte de su condición de pobreza y se considera que es como un mal social que hay que aceptar. Esta naturalizado, en lugar de sublevarnos ante noticias como las que acaban de darse de que México está ocupando el lugar 108 en desigualdad.

Ya tenemos a Slim** entre los más ricos del mundo y al mismo tiempo, como país, estamos en lugar 108.Y conectas esta noticia, que en abstracto parece que no quiere decir nada, con personas concretas de pueblos concretos que están viviendo la pobreza como algo que no pueden enfrentar, que no está en sus manos.

La sociedad se acostumbra a esos niveles de pobreza y de miseria. Tener un 1% con agua corriente a menos de media hora de la capital del estado es ética, política y nacionalmente inaceptable. La gente carga con tantos problemas que no es capaz de actuar y los que tenemos un poco más de visión no hacemos nada."

Son palabras de Raúl Hernández Garciadiego, director general de Alternativas, ONG especializada en proyectos de desarrollo sostenible, social y regional.

Quizás esto no suene especialmente revelador, pero a mí me ha dado una clave con la que hasta ahora no había contado: la idea generalizada y subyacente en la mentalidad dominante que nos hace pensar que la pobreza es algo coyuntural, una estructura con la que hay que aprender a vivir porque no se puede cambiar.

Cada vez que voy a hablar con él, hago el camino de vuelta a Tehuacán en las combis infernales de San Lorenzo con ganas de cambiar el mundo. Y, aunque no lo sepa, se lo agradezco enormemente, porque también yo soy víctima de esa naturalización de la pobreza, que acaba haciendo que percibas como normal ver gente descalza por la calle, por poner solamente un ejemplo.

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* Presa de Valsequillo, embalse que abastece de agua a medio estado de Puebla y que recibe diariamente 108 toneladas de contaminantes. Cianuro y plomo son algunos de los elementos que se han detectado en sus aguas. La semana pasada, el gobernador del estado, Mario Marín, reconoció que la contaminación provoca leucemia, pero no deformaciones ni mutaciones. Ahora ya nos hemos quedado mucho más tranquilos...

** Carlos Slim, dueño de medio país y el segundo hombre más rico del mundo según Forbes.


And the radio plays:
In the night. Amparanoia