Esto es lo que pasa cuando llueve en una ciudad cuyo sistema de drenaje es prácticamente inexistente. Las calles parecían una confluencia entre el Nilo, el Missisipi, el Danubio y el Amazonas. En momentos así aprendo a valorar cosas que en el primer mundo damos tan por supuestas como una vil alcantarilla.
Evidentemente, yo tenía que pasar al otro lado. Mientras ideaba la forma de mojarme lo menos posible, me entretuve haciendo fotos a la gente dando zancadas (medida inútil, por lo demás).
No es el Níger, es nuestra calle, la 2 Poniente
En este punto fue donde la corriente se llevó mi sandalia
And the radio plays: Tu vas me manquer. Salif Keita.
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